Revista Pulsiones Año I CORONEL DORREGO Inutilidad, maldad y australes II: el ataque de las narices angurrientas… por Favio Camargo
La supuesta sorpresa con respecto al
futuro del edificio del cine San Martin expresada por la red de repetidoras
radiales dorreguenses es tan creíble como esa ola de ataques de platos
voladores que desmaterializaban los camiones de algunos transportistas locales allá
a fines de los 80 cuando el hiperinflacionario de Chascomús pegaba un pico de
inutilidad que lo eyectó del gobierno.
Todos sabemos que por ahora los
“marcianos” no existen y si lo hicieran se dedicarían a cosas más interesantes
que evaporar Mercedes 1114, por lo tanto quienes tendemos a malpensar
calificamos esos hechos como pintorescos auto-robos que tenían como objetivo
estafar a las compañías aseguradoras.
Así que, aunque el servilletaje
mediático dorreguense se haga el distraído, de poco sirve llorar sobre el asado
escupido.
Hace un par de años imprecisos,
mientras caminaba por el tristísimo “centro” de la ciudad descubrí un cartel de
plástico de una inmobiliaria “de afuera” que anunciaba el edificio del cine
como “en venta”. Ya llevaba bastante cerrado porque si mi memoria no falla la
última película que se trajo fue la de “Los Simpsons”.
Al rato haciendo unas compras en “el
chino” me cruzo con un martillero local y le pregunté si sabía algo del tema:
-
¿No terminará este pobre cine también transformado en bingo o
en iglesia no?
-
Peor, me contesta.
-
¿Qué puede ser peor que perder un cine y ganar una iglesia?
Le repregunto ¿Una playa de estacionamiento?
-
Se dice que el edificio vuela – me contestó. Una especie de
“Saladita”, una feria.
-
¿En el medio del centro? Un espanto. Una pataleta de
inutilidad típicamente radical – le contesto.
En los pueblos pequeños, con el
avance tecnológico los cines dejaron de ser rentables como “negocio” y la
mayoría se han perdido, eso es algo que está a la vista. De no mediar una
fuerte intervención estatal que tenga como objetivo preservar el patrimonio
arquitectónico y cultural, el destino es la demolición y el negocio
inmobiliario.
Pedirle algo como esto a un ente
cuadrado como un Lada, conocido en la región por su mezcla de inutilidad y
maldad como el radicalismo dorreguense, es como pedirle a un grupo de
esquimales ganar una medalla de oro en vóley de playa. Suerte parecida va a
correr la ex concesionaria Ford Lagleyze que está en condiciones lamentables y
esa esquina con un enorme frontón de pelota paleta en España y Siria.
Quienes vivimos en Coronel Dorrego,
hemos visto desaparecer gran parte del patrimonio histórico arquitectónico del
pueblo, como si la ciudad hubiese sufrido un bombardeo genocida como el de los
“aliados” a Dresde. Pero en nuestro caso fue por la acción u omisión de los
sucesivos desgobiernos radicales que viene sufriendo el distrito desde 1999 por
elección de la mayoría de sus propios habitantes transformándose en uno de los
distritos más tristes y atrasados de la provincia de Buenos Aires.
Escuelas, estaciones de ferrocarril,
fuentes, pérgolas, teatros, cines, glorietas, estatuas y placas. Nada parece
poder escapar de la maligna inutilidad de estos tristes personajes.
¿Podría el gobierno provincial
intervenir para rescatar el edificio y preservarlo para fines culturales como
se ha hecho en otros lugares de la provincia? Ya sea como teatro / cine/
auditorio/ y también biblioteca, ya que somos el único distrito de la provincia
de Buenos Aires que conozco sin una biblioteca pública, y en consecuencia, uno
de los distritos en los que menos se lee, ya que tampoco hay librerías
privadas.
El gobierno provincial podría, pero….
¿Tendría una movida así apoyo de la ciudadanía?
Acá sí que no soy para nada optimista.
La mayoría de los habitantes con derecho a voto avala cada dos años que este
sea un lugar tan triste que enferma. ¿O nos vamos a hacer los idiotas también
con la cantidad de suicidios que hay en el pueblo?
No es normal que una persona que
tiene casi 40 años conozca de la escuela a cinco personas que se suicidaron en
un lugar que tiene poco más de 10000 habitantes. Tal vez sea cierto que Dorrego
es un pueblo “corto” y que por eso vota como vota y por eso sus habitantes o
sea su mercado demanda iglesias y bingos en lugar de cines, teatros y
bibliotecas…
¿Es esto reversible? ¿Hace algo la
oposición para lograrlo?
Poco y nada. El Peronismo dorreguense
no tiene voluntad de poder. A veces parece que no solo parece jugar a perder
sino que ganan perdiendo. No sé si me entienden. Piensen mal y acertarán. De
otra forma son verdaderamente incomprensibles algunas pataletas de inutilidad
vistas y oídas en el concejo delirante local. Cuando se quedaron sin calles
para nombrar creo que más de uno debe haber quedado al borde de un ataque de
pánico. Si el proyecto de la “plaga de cotorras” o el de las “colillas” no
puede denominarse como picos de inutilidad a uno le da un poco de miedito
pensar que aún pueden caer más bajo.
En los días en los que fue elaborada
esta nota, en una máquina de escribir Remington Monarch Portable, a los 12 días
del mes de agosto de 2024, la cobertura de los medios de comunicación local,
trinitarios de los oligopolios, ya se olvidó del niño desaparecido en
Corrientes hace dos meses y tampoco parece prestar atención a un gobierno
nacional que diariamente se encarga de descargar su maldad sobre los habitantes
más desprotegidos del territorio nacional. Ahora toda la atención del país
parece estar puesta en la vida privada del ex presidente Fernandez y su ex
esposa que habría sido víctima de violencia doméstica. Parece que todos quieren
que sea culpable, el gobierno más que nadie, para correr del lente de la cámara
a niños y jubilados rociados con gas picante.
¿Importará realmente si es culpable o
inocente? ¿Y si siendo inocente el vago se cuelga por no poder soportar la
vergüenza de semejante linchamiento mediático? No va a ser el primer caso… ¿O
los derechos y las garantías de los procesos solo corren si la persona piensa
como nosotros?
Estos hechos patéticos le cayeron
servidos a un gobierno que se estaba desmoronando como un piano. Que está liquidando
reservas de oro y patrimonio estatal construido por más de cien años de trabajo
y aportes de millones de argentinos. También lograron cubrir la visita a
algunos de los peores genocidas que están donde deben estar, en una cárcel. A
estos genocidas les prometieron la libertad “cuanto antes”… Son demasiadas
casualidades y uno malpiensa.
Mientras todo esto pasa, la TV
Publica fue convertida a imagen y semejanza del gobierno nacional actual.
Desapareció el cine y los documentales, ahora hay novelas mejicanas y en
trasnoche publinotas de joyerías y casas de empeño donde “lagente” va a vender el reloj del abuelo.
Me hizo recordar a una película
alemana que se llama “Free Rainer”, respecto a la programación de la TV en la
cual uno de los personajes decía…”si los acostumbrás a consumir mierda, primero
se van a quejar, pero después se terminan acostumbrando y te piden más”.-
* Favio Camargo. Docente, estudiante del Profesorado de Historia en la Universidad Nacional del Sur
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