Revista Pulsiones Año I Guía Para las Teorías de la Conspiración… por Stephan Lewandowsky y John Cook

 



 





Gráfica: Contingente Conspiranoico Psyfolk

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Distinguiendo entre conspiraciones reales y teorías de conspiración

 

Las conspiraciones reales existen. Volkswagen conspiró para engañar a las pruebas de emisiones de sus motores diesel. La Agencia de Seguridad Nacional de E.U. espió a los usuarios de internet. La industria del tabaco engañó al público sobre los efectos nocivos para la salud del tabaquismo. Sabemos de estas conspiraciones por documentos internos de la industria, investigaciones gubernamentales o informantes. Las teorías de conspiración, por el contrario, tienden a persistir durante mucho tiempo, incluso sin evidencia contundente. Esas teorías se basan en una variedad de patrones de pensamiento que son conocidos por ser herramientas poco confiables para aprehender la realidad. Típicamente, las teorías de la conspiración no están respaldadas por evidencia que resista al escrutinio, pero esto no impide que proliferen. Por ejemplo, la creencia de que el 9/11 fue un “auto-atentado” ha persistido durante muchos años después del evento. Décadas después del hecho, la gran mayoría de los estadounidenses cree que el gobierno encubrió la verdad sobre el asesinato de JFK. Las teorías de conspiración dañan a la sociedad de varias maneras. Por ejemplo, la exposición a las teorías de la conspiración disminuye las intenciones de las personas de involucrarse en política o reducir su huella de carbono. Para minimizar estos efectos nocivos, la Guía Para las Teorías de la Conspiración te ayudará a comprender por qué las teorías de la conspiración son tan populares, te explicará cómo identificar los rasgos del pensamiento conspiranoico y enumera estrategias efectivas para desmentirlo.

Típicamente, las teorías de la conspiración no están respaldadas por evidencia que resista al escrutinio, pero esto no impide que proliferen.

 

 

 

Pensamiento Convencional vs. Pensamiento Conspiranoico

 

Las conspiraciones reales existen, pero rara vez se descubren a través de los métodos de los teóricos de la conspiración. Más bien, las conspiraciones reales se descubren a través del pensamiento convencional: un escepticismo saludable de las explicaciones oficiales al considerar cuidadosamente la evidencia disponible y comprometerse con la consistencia interna. En contraste, el pensamiento conspiranoico se caracteriza por ser hiper-escéptico de toda la información que no encaja con su teoría, sobrestimando la evidencia que respalda su teoría preferida, y por la inconsistencia.

Pensamiento Convencional

Pensamiento Conspiranoico

Escepticismo saludable

Sospecha exagerada

Sensible a la evidencia

Inmune a la evidencia

Busca la coherencia

Contradictorio

Conspiración real

Conspiración imaginaria

 

¿Por qué las teorías de conspiración son tan populares?

 

Varios factores pueden contribuir a que las personas crean y compartan teorías de conspiración. Las personas que se sienten impotentes o vulnerables tienen más probabilidades de respaldar y difundir teorías de la conspiración.

 

1-      Sensación de impotencia

Las personas que se sienten impotentes o vulnerables tienen más probabilidades de respaldar y difundir teorías de la conspiración. Esto se ve en foros en línea, donde el nivel percibido de amenaza de las personas está fuertemente vinculado a proponer teorías de la conspiración.

 

2-      Lidiar con las amenazas

Las teorías de la conspiración permiten a las personas lidiar con eventos amenazantes enfocando la culpa en un conjunto de conspiradores. A la gente le resulta difícil aceptar que los eventos “grandes” (por ejemplo, la muerte de la princesa Diana) pueden tener una causa ordinaria (conducir en estado de ebriedad). Una teoría de conspiración satisface la necesidad de que un “gran” evento tenga una gran causa, como una conspiración que involucra al MI5 para asesinar a la Princesa Diana

 

3-      Explicación de eventos improbables

Por la misma razón, las personas tienden a proponer explicaciones conspiranoicas para eventos que son altamente improbables. Las teorías de la conspiración actúan como un mecanismo de afrontamiento para ayudar a manejar la incertidumbre.

 

4-      Cuestionar la política convencional

Las teorías de conspiración a menudo cuestionan interpretaciones políticas convencionales. Los grupos conspiranoicos a menudo usan tales narrativas para afirmar que tienen el estatus de minoría.

 

5-      Las redes sociales amplifican las teorías de la conspiración

Las redes sociales han creado un mundo en el que cualquier individuo puede llegar a tantas personas como los principales medios de comunicación. La falta de filtros tradicionales es una razón de por qué la información errónea se extiende en línea más y más rápido que la información verdadera, a menudo impulsada por cuentas falsas o “bots”. Del mismo modo, se ha descubierto que los consumidores de teorías de conspiración son más propensos a “dar me gusta” y compartir publicaciones conspiranoicas en Facebook. Un análisis reciente de tweets sobre el virus zika encontró que el número de propagadores de teorías de la conspiración era más del doble que el de los que las desmienten.

 

Cómo hacen daño las teorías de la conspiración

 

La mera exposición a una teoría de la conspiración puede tener consecuencias adversas, incluso entre las personas que no aceptan tal teoría. Para ilustrarlo, la exposición a una teoría de la conspiración sobre la manipulación política de los datos de desempleo redujo la confianza en los servicios e instituciones del gobierno, incluidos los que no están relacionados con las acusaciones de conspiración, como escuelas locales o la administración alimentaria y farmacéutica (FDA). Las teorías de la conspiración pueden desplegarse como una herramienta retórica para evadir conclusiones inconvenientes.

 

Teorías de la conspiración tácticas

 

Las teorías de la conspiración no siempre son el resultado de sostener creencias falsas de forma genuina. Se pueden construir o amplificar intencionalmente por razones estratégicas y políticas. Por ejemplo, hay evidencia de que el gobierno ruso contribuyó recientemente a difundir varias teorías de conspiración política en Occidente. Las teorías de conspiración pueden desplegarse como una herramienta retórica para evadir conclusiones inconvenientes. La retórica del negacionismo climático está llena de incoherencia, como las afirmaciones simultáneas de que la temperatura no se puede medir con precisión, y que las temperaturas globales han disminuido. La incoherencia es un atributo del pensamiento conspiranoico, pero no se sigue que el negacionismo climático sea irracional; por el contrario, la retórica negacionista es una estrategia política efectiva para retrasar la acción climática al socavar la percepción de la gente de la evidencia científica.  Para confirmarlo, las personas apelan selectivamente a una conspiración entre los científicos para explicar un consenso científico cuando su ideología política los obliga a hacerlo, pero no cuando el consenso científico no es relevante para su postura.

 

 

Negacionismo climático y conspiranoia

 

Rechazar el consenso científico de que los humanos están causando el calentamiento global a menudo es el resultado de un pensamiento conspiranoico en lugar de una evaluación cuidadosa de la evidencia científica. Cuando a los negacionistas se les presenta información sobre el cambio climático, su respuesta más común es de naturaleza conspiranoica. Sin embargo, el negacionismo no sólo se asocia con las teorías de conspiración con temática climática; las personas que niegan la ciencia del clima tienen más probabilidades de respaldar las teorías de conspiración en otros temas también.

 

 

 

CONSPIR: las siete claves del pensamiento conspiranoico

Hay siete claves del pensamiento conspiranoico, esumidas (para hacerlas más fáciles de recordar) en el acrónimo CONSPIR:

 

1-      Contradictorio

Los teóricos de la conspiración pueden creer simultáneamente en ideas que son mutuamente contradictorias. Por ejemplo, creer que la princesa Diana fue asesinada, pero también creer que fingió su muerte. Esto es porque la inclinación de los conspiranoicos a no creer en la explicación “oficial” es tan absoluta que no importa si su sistema de creencias es incoherente.

 

2-      Ominosas sospechas

El pensamiento conspiranoico implica un grado profundo de escepticismo hacia la explicación oficial. Este grado extremo de suspicacia impide creer en cualquier cosa que no se ajuste a la teoría de la conspiración.

 

3-      Nefastas intenciones

Se asume invariablemente que las motivaciones detrás de cualquier presunta conspiración son nefastas. Las teorías de la conspiración nunca proponen que los presuntos conspiradores tengan motivaciones benignas.

 

4-      Siempre algo debe estar mal

Aunque los conspiranoicos ocasionalmente pueden abandonar ideas específicas cuando se vuelven insostenibles, esas revisiones no cambian su conclusión general de que “algo debe estar mal” y que la explicación oficial se basa en el engaño.

 

5-      Persecución de víctimas

Los teóricos de la conspiración se perciben y se presentan como víctimas de una persecución sistemática. Al mismo tiempo, ellos se ven como valientes opositores enfrentando a los malvados conspiradores. El pensamiento conspiranoico implica una autopercepción de ser simultáneamente una víctima y un héroe.

 

6-      Inmune a la evidencia

Las teorías de la conspiración son inherentemente herméticas: la evidencia que las contrarresta se reinterpreta como algo originado en la conspiración. Esto refleja la creencia de que cuanto más fuerte sea la evidencia contra una conspiración (por ejemplo, cuando el FBI exonera a un político de las acusaciones de mal uso de un servidor de correo electrónico), más deben desear los conspiradores que la gente crea su versión de los hechos (por ejemplo, el FBI fue parte de la conspiración para proteger a ese político).

 

7-      Reinterpretar el azar

La extrema suspicacia del pensamiento conspiranoico frecuentemente resulta en la creencia de que nada ocurre por accidente. Pequeños eventos aleatorios, como ventanas intactas en el Pentágono tras los ataques del 9/11, se reinterpretan como causados por la conspiración (pues si un avión hubiera impactado en el Pentágono, todas las ventanas se habrían destrozado) y son entretejidas en un patrón más amplio e interconectado.

 

La naturaleza hermética de las teorías de conspiración significa que cualquier evidencia que las refute puede interpretarse como evidencia adicional de la conspiración. Esto significa que los esfuerzos por comunicar deben diferenciar claramente a las audiencias. Si los teóricos de la conspiración reinterpretan la evidencia para que signifique lo contrario, entonces requieren una estrategia diferente que la de aquellos que valoran la evidencia. Las siguientes páginas plantean primero estrategias de comunicación para el público en general, luego para los teóricos de la conspiración específicamente.

 

Protegiendo al público contra las teorías de conspiración

 

a)      Reducir la difusión de las teorías de conspiración

Un gramo de prevención vale un kilo de cura. Por ello, los esfuerzos deberían centrarse en proteger al público de la exposición a esas teorías, inhibiendo o frenando la difusión de estas teorías. Por ejemplo, el intercambio de publicaciones conspiranoicas sobre el negacionismo climático en Facebook se redujo con una simple intervención que alentaba a la gente a hacerse cuatro preguntas sobre el material antes de compartirlo:

¿Reconozco al noticiero que publicó la historia?

¿La información en la publicación suena creíble?

¿La publicación está escrita con un estilo que esperaría de un noticiero profesional?

¿La publicación tiene motivaciones políticas?

Cuando fallan los esfuerzos para contener la propagación de una teoría, los comunicadores deben recurrir a estrategias que reduzcan el impacto de las teorías de conspiración.

Si las personas se dan cuenta del razonamiento defectuoso tras las teorías de la conspiración, pueden volverse menos vulnerables a ellas.

 

b)      Prementir

Si la gente está preventivamente consciente de que podrían engañarla, puede desarrollar resistencia a los mensajes conspiranoicos. Este proceso se conoce como inoculación o “prementir” [“prebunk”]. Hay dos elementos para una inoculación: una advertencia explícita sobre un riesgo inminente de ser engañado, y una refutación de los argumentos desinformativos. Prementir una teoría de la conspiración antivacunas ha probado ser más efectivo que desmentirla.

Las inoculaciones basadas en hechos y en lógica han sido exitosas premintiendo conspiranoia sobre el 9/11. Esto indica que prementir basándose en la lógica es prometedor, dadas las siete claves del pensamiento conspiranoico (¿recuerdas CONSPIR?). Si las personas se dan cuenta del razonamiento defectuoso tras las teorías de la conspiración, pueden volverse menos vulnerables a ellas.

 

c)      Desmentir

Hay varias formas de desmentir una teoría de la conspiración, algunas de ellas han demostrado ser efectivas con personas que es poco probable que las respalden, como los estudiantes universitarios o el público en general.

-          Desmentidos basados en hechos

Los desmentidos basados en hechos muestran que la teoría de la conspiración es falsa, al comunicar información precisa. Se ha demostrado que este enfoque es efectivo para desmentir la conspiranoia “birther”, la que sostiene que Obama nació fuera de E.U., así como las teorías de conspiración relacionadas con el éxodo palestino cuando se estableció Israel.

 

-          Desmentidos basados en fuentes y empatía

Un desmentido basado en fuentes intenta reducir la credibilidad de los teóricos de la conspiración, mientras que los basados en empatía llaman compasivamente la atención sobre los objetivos de estas teorías. Un desmentido basado en fuentes que ridiculizaba a los creyentes en reptilianos fue tan efectiva como una basada en hechos. En contraste, una basada en la empatía para la conspiranoia antisemita que sostenía que los judíos de hoy enfrentan persecuciones similares a las de los primeros cristianos, fue fallida.

 

-          Desmentido basado en la lógica

El desmentido basado en la lógica explica las técnicas engañosas o el razonamiento defectuoso empleado en las teorías de la conspiración. Explicar las falacias lógicas en las conspiranoias antivacunas es tan efectivo como desmentirlas con base en hechos: por ejemplo, señalar que gran parte de la investigación sobre vacunas ha sido realizada por científicos financiados con fondos públicos, puede neutralizar a las teorías de la conspiración sobre la industria farmacéutica.

 

d)      Enlaces a verificadores de hechos

Enlaces a un sitio web de verificación de hechos desde un feed simulado de Facebook, ya sea mediante una presentación algorítmica o correcciones generadas por usuarios, desmintieron efectivamente una conspiración de que el virus del zika se propagó por mosquitos genéticamente modificados.

 

e)      Empoderando gente

El pensamiento conspiranoico se asocia con sentimientos de control reducido y amenaza percibida. Cuando las personas sienten que han perdido el control de una situación, sus tendencias conspiranoicas aumentan. Pero lo contrario también sucede. Cuando la gente se siente empoderada, es más resistente a estas teorías.

Hay varias formas de “empoderar cognitivamente” a las personas, como animarlas a pensar analíticamente en vez de confiar en su intuición. Si el sentido de control de las personas está preparado (por ejemplo, recordando un evento de sus vidas del que tenían control), serán menos susceptibles de adoptar estas teorías. El sentimiento general de empoderamiento de los ciudadanos puede inculcarse asegurándose de que las decisiones sociales, por ejemplo, por parte del gobierno, sean vistas como siguiendo los principios de justicia procedimental.46 Se percibe justicia procedimental cuando se confía en que las autoridades están utilizando procedimientos de decisión justos. La gente aceptará las consecuencias desfavorables de una decisión si creen que se ha ceñido a la justicia procedimental.

 

 

Cómo hablar con un teórico de la conspiración

Si bien desmentir una teoría de conspiración puede ser efectivo para el público en general, para personas que creen en estas teorías puede ser mucho más desafiante. En lugar de basar sus creencias en evidencia externa, el sistema de creencias de los teóricos de la conspiración habla principalmente para sí mismo, y cada creencia sirve como evidencia para todas las demás. Como consecuencia, cuando los teóricos de la conspiración encuentran desmentidos en Facebook, terminan comentando y dando “me gusta” aún más a contenido conspiranoico dentro de sus cámaras de resonancia; los desmentidos aumentan las interacciones del conspiranoico. Los teóricos de la conspiración también tienen una influencia descomunal a pesar de su pequeño número. Un análisis de más de 2 millones de comentarios en el sitio de Reddit r/conspiracy encontró que mientras solo el 5% de usuarios exhiben pensamiento conspiranoico, fueron responsables del 64% de los comentarios. El autor más activo escribió 896,337 palabras, ¡el doble de longitud de la trilogía El Señor de los Anillos! Las teorías de conspiración son un ingrediente inevitable del extremismo político. La investigación sobre la desradicalización, por lo tanto, provee información útil sobre cómo llegar a los teóricos de la conspiración.

 

-          Mensajeros confiables

Los contra-mensajes creados por ex miembros de un grupo extremista (“exiters”) se evalúan de manera más positiva y son recordados más tiempo que los mensajes de otras fuentes.

-          Muestra empatía

Los enfoques deben ser empáticos y buscar construir un entendimiento con la otra parte. Debido a que el objetivo es desarrollar la mentalidad abierta del teórico de la conspiración, los comunicadores deben liderar con el ejemplo.

-          Afirma el pensamiento crítico

Los teóricos de la conspiración se perciben a sí mismos como pensadores críticos que no se dejan engañar por una explicación oficial. Esta percepción puede aprovecharse afirmando el valor del pensamiento crítico, pero redirigiéndolo hacia un análisis más crítico de la teoría de la conspiración.

-          Evita ridiculizar

Al deconstruir o ridiculizar agresivamente una teoría de la conspiración, o enfocarse en “ganar” un debate, se corre el riesgo de ser rechazado automáticamente. Ten en cuenta, sin embargo, que se ha demostrado que el ridículo funciona con audiencias generales.

 

Precauciones finales

Analiza lo que se busca antes de intentar desmentir. Los intentos del gobierno de E.U. de desmentir las “teorías de conspiración” han fracasado repetidamente en países predominantemente musulmanes. Un ejemplo es el intento fallido de culpar la ausencia de armas de destrucción masiva en Iraq después de la invasión de 2003 al historial de ocultamiento de aquel país. Un enfoque más productivo habría sido centrarse en la inflación estadounidense de la inteligencia deficiente.

También es importante recordar que las conspiraciones reales existen. Pero las claves del pensamiento conspirador (CONSPIR) no son una forma productiva de desmentirlas. En su lugar, el pensamiento convencional que valora el escepticismo sano, la evidencia y la consistencia son ingredientes necesarios para dejar al descubierto intentos reales de engañar al público.

Las teorías de la conspiración buscan explicar los eventos como un complot de grupos poderosos. Si bien las teorías de la conspiración no están respaldadas por evidencia, esto no impide que proliferen. Las teorías de la conspiración dañan a la sociedad de varias maneras. Para ayudar a minimizar estos efectos nocivos, la Guía Para las Teorías de la Conspiración explica por qué las teorías de la conspiración son tan populares, cómo identificar las claves del pensamiento conspiranoico y cuáles son las estrategias más efectivas en contra.


AQUÍ EL DOCUMENTO COMPLETO


Stephan Lewandowsky. Psicólogo australiano,  catedrático de psicología cognitiva en la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Bristol, Reino Unido

John Cook  es investigador postdoctoral en el Centro de Investigación de Comunicación de Cambio Climático de Monash en la Universidad de Monash en Australia; investiga cómo utilizar el pensamiento crítico para desarrollar la resiliencia frente a la desinformación


Fuente: Unesco Biblioteca Digital

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000381958_spa



Lectura complementaria

MANUAL PARA DESMENTIR INFORMACIÓN FALSA


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